Luego de muchos años de frustraciones (35 desde aquel lejano España 1982), Perú superó anoche el último escollo en su ansiada clasificación al Mundial Rusia 2018. ¿Qué lecciones nos dejó esta gesta?

La web oficial de la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) publicó hace poco un artículo que resume los factores que hicieron posible la añorada clasificación del Perú a una Copa del Mundo, la de Rusia 2018.

Estas “razones del resurgimiento del fútbol peruano”, como tituló FIFA.com, pueden ser también interpretadas como lecciones aplicables a todo ámbito vinculado a la gestión de personas, definición de objetivos y desarrollo de estrategias, sobre todo en el entorno corporativo.

Entonces, después de más de tres décadas de fracasos y decepciones, ¿qué podemos aprender de la gesta protagonizada por la selección peruana tras 33 meses de eliminatorias en el mundo?

1. Todos siguen a un líder

El entrenador argentino Ricardo Gareca es considerado por todos sus jugadores como el responsable del resurgimiento de la selección peruana. “Más que entrenador, Gareca es un amigo”, dijo Yosimar Yotún a FIFA.com antes de los últimos dos partidos en las eliminatorias sudamericanas.

“Dirigió en el fútbol peruano y conoce la calidad de nuestros jugadores. En poco tiempo logró que volvamos a creer, tanto en lo individual como en lo grupal. Nos devolvió la confianza”, agregó Yotún.

Dato: Perú estaba en el puesto 64 en el ranking mundial de la FIFA cuando Gareca se hizo cargo de su primera sesión de entrenamiento en abril del 2015. Ahora la ‘blanquirroja’ está en un histórico décimo lugar.

2. Encontrar la estrategia adecuada

Cuando empezaron las clasificatorias en octubre del 2015, Gareca confió en una formación 4-4-2 y en la base del equipo que terminó tercero en la Copa América de ese año. Obligado por los malos resultados a cambiar de táctica y piezas, finalmente optó por un sistema 4-2-3-1 que empleó por primera vez en la Copa América Centenario 2016. A partir de setiembre de ese año, Gareca mantuvo dicha estrategia prácticamente durante el resto de las clasificatorias.

Dato: Perú solo sumó cuatro puntos de 18 entre octubre del 2015 y marzo del 2016, un porcentaje de victorias de apenas 22.22%. A partir de setiembre del 2016, la selección aumentó esa cifra a 61.11%, obteniendo 22 puntos de 36 posibles.

3. Confiar en las piezas del grupo

Pedro Gallese fue el indiscutible arquero titular del equipo. Solo ausente en algunos partidos por lesión, Gallese jugó un papel clave cuando la clasificatoria llegó a instancias decisivas. Aldo Corzo, Christian Ramos, Alberto Rodríguez y Miguel Trauco formaron una defensa compacta, que se fue consolidando desde que jugaron juntos por primera vez en la novena jornada en octubre del 2016. Solo las ausencias por suspensión les impidieron jugar juntos más de seis veces en los últimos once partidos.

La pareja de contención formada por Renato Tapia y Yotun, titulares desde la jornada 8, ha sido vital para permitir que los extremos Andre Carrillo y Edison Flores y el centrocampista ofensivo Christian Cueva puedan generar peligro en cada oportunidad que se les presentaba. Paolo Guerrero, capitán del equipo, fue un referente en el ataque desde un principio, pero cuando alguna lesión lo aquejó (o la reciente suspensión de la FIFA), el experimentado Jefferson Farfan demostró ser un reemplazo más que capaz.

Dato: Con cinco, cuatro y tres goles respectivamente, Edison Flores, Cueva y Farfán anotaron exactamente la mitad de los 24 goles de Perú en la fase de clasificación. Farfán anotó uno más en el repechaje frente a Nueva Zelanda. Yotun y Cueva proporcionaron la mayor cantidad de asistencias, con cuatro cada uno en todo el proceso.

4. Unidos en una causa

A medida que la escuadra de Gareca fue evolucionando, varios jugadores asumieron felices su rol de substitutos, entre ellos Raúl Ruidiaz, Yordi Reyna y Paolo Hurtado, mientras que jugadores como Luis Advincula y Farfán respondieron de forma admirable cuando les llegó el momento de ceder el titularato. Jóvenes piezas de recambio como Andy Polo, Pedro Aquino, Miguel Araujo y Nilson Loyola también incursionaron en el equipo cuando fueron requeridos. Durante todo el proceso, Gareca creó una escuadra equilibrada que logró superar todos los desafíos que tuvo en frente.

Dato: el delantero Ruidiaz fue el sustituto más usado por Gareca en las eliminatorias sudamericanas, alternando en nueve partidos. También arrancó en dos compromisos, en lugar de Guerrero en ambas ocasiones, y marcó el crucial gol de empate en las postrimerías del 2-2 con Venezuela en la quinta jornada. Mientras tanto, Hurtado ingresó como recambio cinco veces y Polo y Aquino cuatro cada uno.

Fuente : Gestion